Bienvenidos sean todos ustedes a mi sitio web. A través de éste medio, comparto algunos de los trabajos que he realizado como escritor aficionado.

Siéntanse libres de explorar los vínculos a la derecha; contenidos en ellos, se encuentra información de transfondo acerca de los trabajos más significativos que he desarrollado a través de los años. Para aquéllos que estén interesados en mi trabajo, también comparto en línea algunas muestras y «demos» de mis obras, así como piezas musicales en las que me he inspirado para escribir (a través de los sitios Scribd.com, y OneDrive de Windows Live, respectivamente). Pueden encontrar los vínculos a dichas muestras en la sección Descargas.

¡Corre la voz! Si te gusta ésta página y su contenido, ¡no dudes en compartirla con tus amigos y conocidos! Entre más visitas reciba, mayor será el apoyo que WordPress me otorgará para publicar nuevo contenido y agregar nuevas descargas!!!

Espero que éste sitio sea de su total agrado y no olviden dejar un comentario en la sección de Contacto.

Publicado en Sin categoría | Deja un comentario

Famosas palabras finales

 Hola a quienquiera que lea esto.

 El 10 de Mayo de hace dos años, dí a conocer mi decisión de renunciar a mis aspiraciones artísticas y desde entonces, no he dicho mucho más al respecto. Sin embargo, hoy quise tomarme un último momento para dirigirme a tí. Sí: a tí, la persona que está leyéndome en éste momento. La única persona a la que quizás, de hecho, algo de esto pudiera llegarle a importar.

 El día de hoy, 20 de Octubre, se hicieron públicos los resultados de la convocatoria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Por enésima vez consecutiva, yo participé. Y por enésima vez consecutiva, no fui seleccionado.

 A lo largo de los años había escuchado muchos comentarios circundando éstas convocatorias, mencionando que en ellas dominaba el nepotismo, y que casi siempre los recursos se terminaban repartiendo “entre puros amigos”. Me negué a creerles, del todo. Ahora… ahora no sé.

 De lo que sí tengo completa certeza, es que en todo el tiempo que duré “jugando a ser escritor”, nunca obtuve ningún reconocimiento, ni ninguna medalla. Y a pesar de haber participado en numerosos concursos jamás gané ninguno. Séase debido al nepotismo, a mi falta de amigos, de contactos ó de auténtico talento, es claro que intenté entrar al mundo de la escritura creativa por varios medios, y en cada ocasión éste mundo me terminaba rechazando.

Ya con anterioridad había manifestado mis problemas económicos. A pesar de ello seguí participando en distintos certámenes con la esperanza en secreto de que, tal vez ganar uno de ellos podría revertir mi situación en la hora más oscura y finalmente tener la oportunidad de llevar mis letras a los anaqueles. También tengo que dar gracias al apoyo de la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato, la cual me incluyó en la Antología publicada a principios de año, incluyeron dos artículos míos en su revista “Ecos Literarios” y me hicieron partícipe en varios de sus eventos. Sin embargo, aunque me siento honrado y agradecido de que me hayan considerado y tomado en cuenta, no puedo ocultar el hecho de que ya para ésas alturas me encontraba en mi ocaso.

En Marzo de éste año, como todos sabemos, vino la pandemia del COVID-19, provocando la postergación y eventual cancelación de todos los eventos públicos a través de los cuales daba a conocer mi trabajo. Como consecuencia de ésta misma pandemia, también perdí mi trabajo de medio tiempo como docente, comprometiendo mi (ya de por sí limitada) situación económica. Si había alguna posibilidad de salir avante y continuar escribiendo, era la de obtener algún apoyo económico a través de las convocatorias del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Pero como ya lo expresé la suerte no me sonrió. Finalmente, en eventos recientes el gobierno ha hecho pública su decisión de desaparecer los fideicomisos de apoyo a la cultura y las artes, con esto colocando el último clavo en mi ataúd.

 No es mi deseo recibir ningún tipo de psicología motivacional barata ni “pseudo-positivismo”, diciéndome que no debo darme por vencido, y que todo es posible lograrlo si luchas lo suficiente por ello; pido de favor me ahorren ése discurso. Seguro habrá alguien a quien le sirva pero la cara que el mundo me ha mostrado a mí, es que sólo puedes seguir luchando mientras tengas los recursos necesarios y a mí, que he perdido dinero, energía y tiempo luchando durante años por un sueño, no me ha dejado más que una sarta de fracasos. Me encuentro en un punto en el que mis energías y mis ánimos se ven menguados.

En 2012, cuando quise comenzar a tomarme mi labor en serio, escribí un pequeño ensayo reflexivo llamado “Literatura V.S. Escritura”, el cual surgió como una especie de dialéctica entre las críticas que constantemente recibía por parte de los críticos literarios, y la dirección en la que yo, personalmente, quería llevar mi escritura. Leyéndolo el día de hoy, parece una dolorosa profecía auto-cumplida. No tuve amigos para poder beneficiarme del círculo de nepotismo; tampoco dinero para poder comprar mi propio éxito; ni suerte, ni talento para poder sobrevivir por mi propia cuenta.

 Mis detractores quizás estarán felices de saber que hoy, finalmente, dejaré en paz el bolígrafo. Bajo los brazos; me doy por vencido. Originalmente había querido hacer algo “especial” para mi retiro; estaba pensando en realizar un vídeo compilatorio de todos los lindos momentos que pasé durante mi corta existencia en éste mundo. Pero como dije, ya no he tenido energía ni para eso. Honestamente, estoy agotado.

 Lo único de lo que me arrepiento es que lo que pude llegar a publicar y dar a conocer no es, ni por mucho, mi mejor trabajo, ni aquél en el cual vertí mi mayor esfuerzo, pasión y energía. Me llena de tristeza saber que ya nadie podrá conocer aquello en lo que estuve trabajando durante mis últimos años, y que me quedo con tantas ideas en mi mente; tantas semillas de historias, las cuales ya no podrán germinar. Lo más a lo que puedo aspirar es a que, algún día, alguien pueda recordar que “hubo un güey que se la pasó golpéandose la cabeza contra la pared todo el tiempo”.

 Han pasado ya casi 12 años desde que empecé a publicar mis escritos en línea a través del ahora extinto Windows Live Spaces; y casi 10 desde que inauguré éste sitio en WordPress.com. Tal vez tú me conociste durante ése tiempo. Puede ser que alguna vez me consideraste un amigo, ó alguien importante en tu vida. Probablemente me conociste a través de alguno de mis escritos, ó en alguna feria del libro. Ó quizás apenas has leído sobre mí y sólo vienes por el chisme. De cualquier manera, te agradezco. Por apoyarme mucho, ó por apoyarme poco. Por escucharme, ó por alejarte de mí mientras te hablaba. Gracias. Les agradezco también a todos los que montaron el andamiaje que alimentó mi ilusión, y por darme la esperanza de que era posible, no sólo seguir por ése camino, sino crecer.

 Y si te sientes triste ó enfadado por éstas palabras, te pido vuelques ésos sentimientos en una mejor dirección. Yo soy sólo un tonto que intentó luchar por sus sueños y se tuvo que conformar con ser tragado por la mediocridad y el anonimato. Uno de tantos. Hay muchos más escritores; muchos más artistas que, como a mí, el sistema y el gobierno está matando. Vuelve al mundo y olvídate de mí. Busca otras personas que, como yo intenté hacerlo, están volcando su alma y su corazón en su trabajo. Apóyalas, muéstrales aprecio. Si (como es la tendencia ahora) son personalidades que solamente conoces a través de redes sociales, apóyalos dándoles “like”; no te quedes con las ganas de compartirles aquello que provocan en ti.

 Tal vez, todavía puedas salvarlas.

~Richa Robelo

Publicado en Sin categoría | Deja un comentario